sábado, 13 de septiembre de 2014

Certain People I've Known VIII

Si quieres jugar, jugamos (pero asume)

  Luego de haber salido con mi ex y haber quedado de intentar hacer las cosas bien, la primera semana hablamos bien seguido, me parecía un tipo renovado, consciente de las cosas que antes habían fallado. Pero no todo es siempre miel sobre hojuelas y empezó a ausentarse, volvía a dejarme hablando solo por Whatsapp, tampoco proponía salir, más bien parecía estar en otra. Como soy un hombre que no se anda con rodeos, le mandé un texto exponiéndole mi extrañeza ante su actitud, puesto que si bien él había mencionado seguir conociéndonos, era él el de la idea de ver qué resultaba, no veía interés de parte suya de generar instancias de conversación o de alguna junta en persona. Me dijo que para él las cosas iban bien, que no entendía porqué le estaba "exigiendo atención" si estábamos dejando las cosas fluir, que nunca había querido darme falsas esperanzas y que no se encontraba en posición de aportar a una relación más constituida, porque él estaba focalizado en otras cosas que le impedirían eventualmente responder como un partner a la altura que él consideraba, yo merecía.

Sí, quedé de una pieza, casi petrificado, porque aparte de todo eso, se enojó por haber encontrado desubicado que yo le dijera este tipo de cosas, si recién estábamos recuperando el contacto y a nadie le resultaba cómodo el tema.Pasó un tiempo en el que hablábamos una vez a la semana, por texto, preguntando las mismas cosas de rutina, nada que nos hiciera avanzar, nunca contaba cosas personales, nada más profundo que lo "justo y necesario". Más de una vez expresó sus ganas de querer verme pronto, pero nunca concretamos, porque solíamos proponer panoramas el mismo día o muy encima, cuando ambos teníamos horarios muy distintos y la disposición por parte de él por arreglar su agenda era nula, cosa que me irritaba, por yo ser al revés.

Habrán pasado dos semanas cuando yo ya había decidido dar un paso al lado con él, no tenía sentido alguno intentar algo ahí, él había vuelto haciendo una gran parafernalia cuando muy en el fondo volvió a ser la misma basura a medias tintas que siempre fue, sin poder de decisión, poco determinado, poco sustancial. Es raro que habiendo nacido el mismo día fuéramos personas tan distintas. Entonces de aburrido me metí a Grindr y hablé con algunas personas muy relajadamente, sin llegar a salir con alguno. Un día observé un perfil que estaba cerca de mi casa, que usaba el mismo nombre de él, respondía a sus características físicas (altura, peso, edad) y su foto era poco clara, pero salía mostrando su espalda, la que sin mentir, me pareció conocida.

Entonces lo agregué a mis favoritos y dejé pasar un tiempo hasta que puse una foto de mi bícep para resultarle atractivo físicamente (cosa que con los gays funciona de maravillas)
y le mandé un tímido "hola". Empezamos a hablar, pero yo me hice pasar por otra persona. Él inició la conversación diciendo que le parecía bonita mi foto y preguntó si tenía alguna de mi cara a mano para compartir. Le dije que no guardaba fotos mías en mi móvil, pero que buscaría alguna. Entre tanto hablábamos, yo busqué una foto de un tipo con el que había salido hace poco por si me insistía con el tema. Entonces me armé de valor y le pregunté qué buscaba ahí, si estaba buscando sexo. Me respondió que no, que no buscaba cosas serias ni nada en particular, sólo que no quería pololear ni citas, pero si se le presentaba la oportunidad de "hacer algo entretenido" él estaba dispuesto (aún no sé cómo entender eso). Me preguntó lo mismo a mí y yo le dije que no tenía tiempo para una relación, por lo que se mostró aliviado. Así nos fuimos preguntando qué habíamos estudiado, dónde trabajábamos - yo siempre asumiendo el papel de alguien irreal - mientras que cada vez me daba las respuestas que confirmaban más y más que efectivamente era él. Finalmente me pidió nuevamente una foto, la cual envié. Le pedí una foto, me envió una y claro, era él. Bastardo.

En paralelo, siendo yo, le pedí salir a almorzar, porque nunca nos lográbamos ver y bla bla bla, pero no podía, así que, viendo mi nivel de decepción, me ofreció salir a tomar once por un rato acotado, ya que luego él debía ir a hacer clases a la universidad. Entonces me animé, fui y le expliqué calmadamente que había estado pensado que no tenía ningún futuro seguir hablando o saliendo, que realmente él no ponía de su parte y no mostraba ningún interés, que actuaba como siempre había sido y esta segunda vuelta iba a ser igual de infructífera como la primera. Él no se lo podía creer, me miraba con cara de espanto, anonadado por todo lo que elocuentemente le expliqué.

Pero lo mejor venía ahora, le dije que de alguna forma él era mentiroso, porque siempre se escudaba en que no tenía tiempo por el trabajo y que su falta de interés eran ideas mías. Le dije que había hablado con él a través de la aplicación, haciéndome pasar por otra persona, que había tenido el descaro de decir que no buscaba nada serio mientras que a mí me había propuesto "reconstruir" lo nuestro, viendo como resultaba, que aparte conmigo con suerte hablaba, pero con este hombre atractivo y despreocupado, que le ofrecía algo liviano, se había mostrado muy interesado en hablar. El shock se hizo presente en su rostro y sólo atinó a pedirme que habláramos en otro momento, que debía entrara a trabajar, pero me negué, para mí ese era el fin.

No hay comentarios.: