sábado, 3 de mayo de 2008

Extasiados En Providencia

El "Sin Miedo" De Pelo Azul

La historia comienza en Los Leones, en primer plano la Paulina & yo bajando de la micro, por mi parte estaba feliz, porque nadie me miró con cara de "wn, qué mierda es eso que tienes en la cabeza?"... [Risk anota un punto, yeah!]
Luego, así, "Sin Miedo", como el nombre de mi grupo, caminamos con dirección hacia el "Paseo Las Palmas" a pagar una cuenta de VTR.

Pagamos, caminamos hasta un pre-unic, compré algo que necesitaba y retomamos la caminata hacia Salvador en busca del bendito local taquillero que vendía café [que estaba cerrado], bueno, seguimos hasta que nos tropezamos con un local que vendía empanadas, y nosotros, golosos por las napolitanas, compramos dos, las más horribles que he probado en mi vida degustativa, pero bueno, sirvió para conversar un rato sobre ehm... me reservo el tema, es mejor, ¿cierto Paulina? [Já]
Bien, recordé que tenía que llevar pan y jamón a la casa [qué raro publicarlo en internet, es como si dijera "mi mamá me pidió que pasara al supermercado y comprar tal y tal cosa", o sea, "cuéntate alguna otra cosita más de tu vida, por fah"] ... la cosa es que pasamos al Líder que está en Manuel Montt, sacamos número, saqué pan, esperé mi turno para que me atendieran y yo, baboso, viendo al vendedor con una inmensa cara de lujuria [él también se detuvo a mirarme], escaneándole sólo la polera [no sean tan mal pensados], las mangas apretadas, los brazos musculados... DIOS! Acabé! ... acabé de mirarle las mangas cuando dijo "61" y yo vi mi instante de atención en cuadritos, pero no, el destino jugó maravillosamente a mi favor y me ayudó [Tzaaaaa, a vos pos ¬¬°], mágicamente el pedido del cliente "61" fue otorgado a otro vendedor... y bien, como ustedes entenderán, 62 era el número ganador, y yo quería anotar en esa lotería aunque no fuera cartón lleno, con un simple "piqué" o "línea" quedaba feliz.
El tipo amablemente me preguntó qué deseaba, a lo que yo le dije "jamón colonial" y él, de muy buena manera partió a buscarlo, pero no lo encontraba, yo, exigente, le dije: "ese que está adelante tuyo no es?" [imagínense mi cara de coqueto] - negativo - no, no era, entonces ¿qué hacía? ... me dijo que era jamón acaramelado... mientras yo, con un inmenso signo de interrogación que se me disolvía en la cara le digo que bueno, llevo ese.... [Sorpresa!] el tipo me pregunta: "Lo has probado?" y yo con cara de tímido le digo que no [aunque estaba seguro de que más de alguna vez lo había comido] ... aquí viene el clímax [qué sexista el término] la Paulina lo trata de imitar con voz baja y calentona, para que nadie más que yo la escuche y me dice "Lo has probado?" [me levanta una ceja] ... cagados de la risa, entre rojo y serio, era inevitable, la talla en doble sentido había salido muy buena, tan así que el tipo no sé cómo la escuchó y se rió con nosotros de tal manera que cuando le dije que llevaría ese producto se rió más aún; lo gracioso fue que fue a pesarlo, a envasarlo y se seguía riendo, si hasta cuando me lo entregó y me ofreció algo más [otro producto, coshinos!] me lo dijo con una sonrisa pícara en la cara.

Para terminar, caminamos riéndonos de ese espectáculo hasta llegar a Salvador, en donde tomamos la micro de vuelta a la casa.



Gracias por estar conmigo cuando lo necesito, Alini, y obviamente, las gracias también se extienden a todos aquellos que han estado con un comentario animoso para los días en que creí que ya no podía caminar más.