sábado, 14 de junio de 2008

Blue Sensation II

Un 23 de Abril



“¿Y si uno de estos días me disuelvo de una vez por todas?”
Llora y se seca las lágrimas creyendo que todo está perdido.
“Tal vez sea necesario, pero significaría que me he rendido, que he decidido dejar las cosas como están, y así no conseguiré nada, necesito continuar”.

Tomó sus cosas y salió.


Departamento 303, knock knock. Se abre la puerta - ¡Sorpresa!
Estás ahí, un poco más ojeroso que antes, pero con la misma mirada cautivadora que me desarmaba cada vez que me la regalabas.
La sonrisa se te borra por completo, tuerces la boca y pones cara de “¿Qué mierda haces acá, tú, después de tanto tiempo?”
Me detengo un momento a contemplar cuán equivocado estuve.
Tu cara no me sorprende, sigues siendo el mismo payaso de antes, tus expresiones faciales no se van ni con un baño de mar, sabes que me daban risa y que me enamorabas con cada una de ellas, además, con el tiempo ya descifraba con claridad sus significados, ya se me hacían tan propias que no necesitaba más que poner atención a tu gesticulación para saber qué te pasaba.


¿Qué tiempos aquellos, no?
- Siento lo del mensaje, no debí recordártelo.
Se cierra la puerta. La ráfaga de viento me despeina.
Me detengo frente a la madera blanca, me envuelve, me ata.

Creo que hice lo que pude
. Me dispongo a retirarme, me voy sin más.



- Sí, amor, te espero en un rato, prepararé algo para comer, adiós, te quiero.
Knock knock
, (¿Quién será?) camino hacia la entrada, abro la puerta.
Escucho un estruendoso salto y un “¡Sorpresa!” (¿Qué se celebrará?)
Otra vez frente a frente, al parecer estás más delgado que la última vez que te vi (¿Será la depresión?… Espero que no), me miras con cara de estar recordando aquellas tardes en el parque en que te quedaba mirando y te deshacías en mis brazos, tan sólo un momento de miraditas y el mundo quedaba atrás.


Me hablas acerca del mensaje que nunca me debiste mandar – Por lo menos en algo te encuentro la razón.
(Jamás debiste mandarme ese mensaje, fue un momento muy desagradable de recordar, sobretodo ahora).
Azoto la puerta creyendo que así borraré tu rostro de mi memoria.
(Ándate, no quiero verte más, me causas angustia, ya te superé, entiéndelo, ahora no te dejaré volver para hacerme sentir culpable, ya te dije ¡ADIÓS!, sólo falta que tú te tragues el pasado)


¿Qué hago contigo si no puedo superarte, qué hice mal?
¿Qué tiene él que no tenga yo? Por favor que alguien me lo explique.
Siempre dijiste que yo era el único para ti, que era el amor de tu vida, por qué cambiaste de parecer, me hiciste creer que estarías esperándome para toda la vida.
¿Por qué me engañaste, por qué?
No puedo seguir así, no aguanto esto, me desespera.


Camina por el pasillo, baja las escaleras, cruza la calle ...

Crash!... Caj - Paf!