domingo, 31 de agosto de 2008

Blue Sensation IX

Distancia v/s Distancia

No sé, realmente no sé qué hacer.
¿Cómo que no sabes?
Eso es, no sé.
Ehm... todo depende de ti.
¿Eso piensas?
Sí, es una decisión tuya.
Esa no es la respuesta que necesitaba.
¿Qué más te puedo decir?
Me conformaba con un "quédate conmigo"
... O quizás un "conversémoslo"
Pero es que...
¿Pretendes decirme que debo desarrollarme y conseguir mis metas, dejando todo lo que tengo acá de lado, dejándote pasar como si fueras uno más?
No puedo amarrarte acá y ser egoísta, yo estoy bien, y tú deberías...
Claro "yo estoy bien", gracias por incluirme en tu mundo.
No es eso, sabes que tú estás en él, lo mantienes de pie...
¿Sabes lo que creo? Que tal vez tenerme lejos te haga valorarme más.
Es que yo...
"Es que, es que". Es lo único que sabes decir.

Nueve de la mañana del día siguiente, la misma oficina en donde se entrevistó con el editor, Benjamín, asido de un bolso con una libreta de notas y un lápiz en la mano esperando la hora de dar el sí, nerviosísimo, pero no precisamente en su casamiento.

Hola, vengo a hablar con usted, vengo a aceptar el trabajo.

Fue lo único que el editor necesitó escuchar para marcar un número y ordenar algunos asuntos, pedir el vuelo y acordar el alojamiento.

Te vas hoy mismo, el puesto te llama con urgencia.
Felicidades.

Y así, con el mismo nerviosismo anterior, llegó a su departamento, ordenó sus cosas y se dispuso a escribir en una hoja.
Los borrones y las hojas arrugadas sumaban cincuenta, pero al final, lo único que logró hacer fue dejar todo intacto, y la hoja definitiva, jamás dirigida a nadie, desapareció en la basura.

Adiós Chile, adiós Tomás...



domingo, 24 de agosto de 2008

Blue Sensation VIII

Frío & Calor

Eran las 10 de la mañana mientras Tomás terminaba de desayunar para partir a la oficina cuando comenzaba a sonar el teléfono del departamento de nuestros desaparecidos enamorados.
Aló, Sí? (...)
Por supuesto... ¿mañana? claro, no hay problema.
Una hoja de papel descansaba sobre la mesita del teléfono con unos datos apuntados de forma rápida y escurridiza.

Tomás, ven, adivina qué...
¿Qué pasó?
Me llamaron de una agencia, tengo una entrevista con un editor.
Wow, es realmente bueno, espero que tengas éxito.
Gracias, amor.

Un beso sellaba el momento de felicidad para matar dos etapas adyacentes, la euforia y el comienzo a la rutinaria vida diaria del trabajo con la infaltable y odiada despedida.
Y bien, como supondrán, Benjamín aún no sabía nada de lo que le esperaba a la mañana siguiente, y por ende, no sopesó lo que aquella llamada podría significar tanto para él como para su adorado Tomás.

11:32 de la mañana y la entrevista a su futura "oportunidad imperdible" de trabajo (aunque estuviera llegando con un retraso elegante) comenzaba a destellar signos de que marcaría un vital punto de inflexión en su relación sentimental.
Sentado frente al simpático editor todo temor por un puntapié hasta la calle por su cómico retraso de dos minutos se esfumó.
Y también así, el humo del cigarrillo y los pasos previos a la buena noticia abrieron un suculento torrente de sudoración y temor: "el trabajo era para fuera de Chile"
"¿Fuera de Chile?, ¿Cómo se lo explico?...
... ¿Qué me dirá?, ¿Qué hago?, ¿Acepto?"

Bien, la hora del juicio había tocado la puerta del departamento de la feliz pareja y no quería irse sin antes haber condenado a uno de los dos o a ambos, quizás.

Amor, llegué, te iba a llamar hace un rato...
Hola, cosa, ¿Cómo te fue?
Bastante bien, algunos asuntillos que tuve que solucionar en el trabajo me atrasaron un buen rato (...) estos tipos de la sección de arreglos no son para nada competentes.
Ah, qué lata, pero bueno ...

Como siempre, Benjamín con su cara diaria que irradiaba un "te amo" y con esos ojos que de poder brillar más que el Sol lo harían, denotaba aún más sentimientos que de costumbre, pues como es de esperarse, él ya había decidido algo.

Tomás ... ehm, tengo algo que decirte.
¿Ah, sí? ... ¿Es sobre la entrevista? ¿Cómo te fue? Cuéntame.

Pobre Tomás, con el entusiasmo que le preguntaba sobre el trabajo a su querido amor, y, al parecer, más de dos años juntos no habían podido frente a la postura del escritor que ha vivido en las sombras hasta que un gran salto se le ofrece frente a sus ojos.

Tengo el puesto...
¡¡¡Amor, felicidades!!!
... Pero es fuera de Chile
¿Eso quiere decir que ... tendrás que irte?

El aguacero caía y esto recién comenzaba.
¿Qué harán, tortolitos, quedarán peor que la imagen de dos gatos mojados o sabrán secarse mientras un lindo Sol matutino los abraza desde la cordillera?