miércoles, 13 de junio de 2007

R!sk El Constructor

Volando Con El Tejado

Día normal, nada de ajetreos, relajadito, acostado en mi cama.

Mentalizándome para leer el famoso libro “La República”, me dispuse a almorzar, acostarme y dar el puntapié inicial a la lectura con el tonto cigarro en la mano – “pah’ acompañar la tortura” – decía yo.

Acto seguido, empieza a sonar el “fuuuuuuuuu” del vientito, que me estaba dando mala espina; pasajes imaginativos se abrían de par en par abarcando la posibilidad de que el techo se volara, dejo pasar unos minutos, y, “paf chan caj tratatán” el estúpido sonido del metal rozando la casa del vecino me acabó, peor, porque estaba solo y no sabía qué miurs hacer.

Me vinieron a hinchar los vecinos, avisándome que el metal protector [puesto hace menos de un año para posibles problemas del invierno] estaba casi salido. Más mal, tuve que levantarme, bañarme, vestirme y partir a la casa que está detrás de mí a buscar una plancha que había decidido escaparse del tejado “planchas maracas” – pensé – no podría haber sido otra persona, no, justo yo, solo y decidido a leer, justo YO!

Para no decir que todo era malo, un amigo que justo iba pasando me ayudó a traer la famosa placa, PERO justo cuando voy felish de la vida, sale la típica vieja wna que te quiere cagar y es de lo más desubicada y me dice “¿a ti se te cayó una plancha en mi casa?… es que rompiste esa parte de mi techo.

Ahí me rebalsó y como soy tan educado le dejé claro que era una rasca por estar cobrándome la plata del daño causado en esos momentos, así que hablara con la persona correspondiente, porque yo no tengo nada que ver con el sector financiero de mi casa, yo soy el Ministro de Educación, nada más xD

Cuento corto, todos mis vecinos eran una imagen refleja de “Bob el Constructor” , aunque creo que el programa quedó chico al lado de nosotros; me ayudaron en mi soledad a hacer lo que se pudiera, y luego todos felices, incluso mi suegra [tzaaa] me invitó a tomar té.

Entre talla y talla, sentí olor a quemado y dije:
"capaz que ahora se me esté quemando la casa!!"

Al rato, fuimos con mi hermanita [démosle la connotación de santa, buena y pura] a rematar a la señora que cobraba daños materiales. Le debe haber quedado claro que nosotros no pagaremos ni un mísero peso.

Después en la noche el tonteo se reanudó y otro vecino buena gente nos ayudó a arreglar definitivamente el asuntito, y adivinen quién se tuvo que subir al techo como maestro de la conshru pah’ que la cagá quedara bien. Pasó el tiempo, me apesté, bajé y me fumé un cigarro, riéndonos de lo mejor con la segunda manga de capataces que había en el primer piso.

Pah Rematar, la lectura hasta las 6 de la mañana del famoso libro de Platón, que ya me tiene muerto, llego al colegio y casi nadie había ido, mejor me hubiera quedado acostado en mi casa, alejado del transexual, del frío, la humedad y el sueño.

Y eso no es nada, faltaba agregar que me quemé el párpado del ojo derecho con aceite caliente en el especial "all night long" de estudios.

Lección de Invierno: Asegúrate de fijar bien tu techo, porque puedes terminar sin casa!


Agradecimientos especiales: "Nore Nore" & Cosmic