domingo, 2 de noviembre de 2008

The Little Things IV

Sensación Primaveral

Oriel ya había dejado de lado toda la preocupación que le causaba el imposible reencuentro con su Antonio, difícilmente había aceptado que la muerte de alguien era irreparable y, de una vez por todas, sentía que podía caminar libre, con la vista clavada en un nuevo horizonte, sin temor a tropezar y caer abatido por la derrota de un sueño que no se cumpliría.

Cada día se hacía más cargante, el tiempo era un vil juego de azar, si andaba con suerte podía disfrutar de un cielo despejado y tiernos rayos de Sol, pero sino, tenía que aguantar el horripilante complot que las nubes armaban en su contra.

Así fue como anduvo algún tiempo, hasta que un día, por sorpresa, notó que sus dotes como artista se estaban perdiendo con el desencanto que lo envolvía.
La alarmante sensación opresora se acercaba y no estaba dispuesto a dejar que se llevaran otro trozo de su indeleble mente.

Tomó posición en su escritorio, ese que daba a la ventana sur, encendió un cigarro y se hizo acompañar por su música predilecta para luego revisar sus antiguas notas.

If you hear what your body says, learn body language

Comenzó a escribir muchas tonteras (al comienzo)...
Mientras la música llenaba su nocturno panorama de nuevas ideas, recordó a la gente que miraba en sus paseos por el parque, trató de buscar por un amplio rato alguna cara que le pareciera digna de "colorear" con una atractiva historia.

If I could speak, I'd call your name

... Misteriosamente recordó a un joven en particular que retenía en la retina con gran claridad: era de mediana estatura, tez mate, de contextura delgada, pero con algunas partes más desarrolladas que otras, y si bien no era todo un escultural modelo, le parecía apuesto ante su subconsciente.

If I could hear what your body says, I wouldn't change it

... Cuando le veía pasar por la arena fina que rellenaba el camino del parque, sabía que sus ojos lo seguían a donde quisiera que fuera, el tipo estaba al tanto de su mirada inquisidora, pero no hacía el más mínimo esfuerzo para escapar de ella, muy por el contrario, rehuía esconderse, sencillamente él prefería dar la pelea.

If you speak over to me

El relato estaba encaminado, faltaban sólo unos pocos detalles...
Sustancia, eso era lo que faltaba, la gracia se iba perdiendo, era cierto. No tenía más que esperar y rogar que el infinito encanto que tenía, volviera luego.

Why is the bedroom so cold?