lunes, 15 de agosto de 2011

Tiempos de Espera

Tic Tac, Tic Tac

"Reloj, no marques las horas..." - Decía hace algunos años un cantante.
El tiempo avanza y me mata, me ahoga, no sé definir con cautela mis pasos.

Hay algo en ti que no entiendo realmente. Acá soy tajante, el problema no soy yo, el hecho de quiera compartir contigo no implica que estoy mal, es más, lo encuentro incluso natural, cuando uno conoce a alguien y se da cuenta que gusta de pasar su tiempo y aventuras con ese alguien, lo lógico es querer disfrutar de la compañía de esa persona y no de su ciber-compañía.
No quiero entrar a especular el motivo de tu desinterés o poco atinada decisión de no buscar la instancia para vernos las caras y, por ende, captar nuestras palabras por lo menos con las verdaderas intenciones que las acompañan, porque me sugirieron que no pensara más allá de la cuenta y también porque no es lo que me convocó a escribir hoy.

Hoy me siento más que nunca como una olla a presión. LLevo días aguantándome esta sensación extraña de estar interactuando con un ser que tiene un nivel de matices inesperados y que por más que "solidarizo" frente a ellos, no me llega ni siquiera un atisbo de respuesta que me deje algo más tranquilo con el tema.


¿Qué te hace pensar que no me voy a aburrir de "esperarte"?
Ni siquiera estoy usando el "esperar" como un término concluyente, como si me refiriera a legalizar o a concretar alguna especie de propuesta.
Yo sé que pueden existir tus razones, desconocidas, pero las hay. Lo malo es que yo ya he conocido sujetos como tú, con sus trancas y cosas por arreglar y, desgraciadamente (para mí) y según las leyes que ahora rigen mi personalidad, tu cabeza rodará de seguir así.

¿Qué te hace creer que yo no extraño verte o regalarte una sonrisa?
Con esto insisto, no estoy mostrándome como un hombre derretido por tu encanto, sólo estoy externalizando algo que considero esperable dado el caso, salvo que yo esté muy mal, muy apresurado (algo difícil) o muy no sé qué y deba calmarme, porque estoy "exigiendo" algo ilógico. ¿Se supone que no deba querer verte?

No sé desde qué momento nos volvimos tan mezquinos como para regalarle nuestro tiempo a aquellas personas que conocemos de antes y no podemos dedicarle algunas horas al forastero atractivo con el cual "decimos simpatizar" y que hace poco tocó nuestra puerta. 

No sé ni siquiera por qué gasto mi tiempo filosofando sobre ti...
No, alto, sí lo sé... Me gustas (un poquito).

¿Estoy mal? 
Me voy a empezar a acostumbrar a pensar que esto "no es" o que simplemente "esto es todo lo que tenemos para ofrecer".