Hoy fue un día extraño, primero, ya que desperté contento, con música rica, a medio volumen, adecuado para no levantarse de malas por el ruido estruendoso, después no me demoré tanto en bañarme, vestirme, tomar “desayuno”, peinarme (hoy quedé espectacular, ni me reconocía), pensar si la ropa que me puse me quedaba bien, si tenía que cambiármela, lavarme los dientes, tomar el celular, las llaves, bla bla bla.
Me fui temprano, el bus local pasó luego, el metro iba casi vacío, todo encajaba perfecto, pero no, la locomoción en Bandera con Compañía se tenía que demorar un montón, por lo que, para variar, iba atrasado a la universidad. Y bueno, como dice René “existe la justicia terrenal”, no todo en el mundo es tan malo, porque mientras caminaba por la calle con cara de ¿por qué mierda el transantiago concha-de-su-madre hijo de la gran lata de chatarra no se vino más rápido? (aún así me agrada el sistema, sobretodo cuando las viejas no saben que tienen que pasar la tarjeta y esperar que el torniquete indique la flecha verde para pasar y ellas siguen pasando la tarjeta cientos de veces hasta que se les va la plata que recién habían cargado en el centro Bip! de la esquina) mi vista y mi andar se calmaron al mirar a un tipo un poco más alto que yo, veinte añero, con claros indicios de sobrepasar los 25 [DIOS!] con barba candado [DIOS x 2!], afeitado hace más de 2 días [DIOS x 3!], caminar un poco “abierto” [Oiga!], no sé cómo explicarlo, pero hay hombres que caminan como bajados de un caballo, con las rodillas salidas, algo un tanto raro de explicar para mí, la cosa es que el sujeto era atractivo (yo y mi debilidad por los hombres con cara de maduros [DIOS x 4!]), sumándole el hecho de que en mi MP4 iba sonando “Touch My Body” de Mariah Carey (Clickea el nombre para descargar), la canción que me quitó algo más que el sueño, ya que mágicamente mi cara de odio hacia el transporte colectivo cambió 100% por una de “DIOS!” (Entiéndase como cara de gozón-sexón) .
En mi camino me imaginé desvistiéndolo al instante, curioso de ver qué escondía su chaqueta y ver si el bolso deportivo que cargaba indicaba un cuerpo trabajado (que no hubiese estado mal de conocer, o en el mejor de los casos, probar), acto seguido, mis miradas fueron muchas y en tantas direcciones posibles que creí que habían sobrepasado el número de zapatos posibles en la Alameda.
Posteriormente lo adelanté para ver el producto por la parte delantera, y déjenme decirles que no estaba para nada mal su cara, porque después de todo, ¿eso es lo que importa, no? (Ya, sí, y ahora la Paulina es la Madre Teresa de Calcuta).
El asunto en cuestión daba pie para imaginarme el video de la canción, pero en versión “Risk & Riquito de la calle”, tirados sobre una cama, jugando con pistolas de agua (que en realidad eran pistolas láser), corriendo por la casa, por el césped y que hacíamos un sin fin de cosas inexpresables aquí, tanto por el horario como por el tipo de gente que puede leerlo... Ah, qué tanta huevá, si yo no tengo editor... LO HACÍA TIRA! [Aunque suene flyte (A)]
Si gusta, sírvase a observar el video para ver cuánta imaginación tengo…
