lunes, 30 de junio de 2008
Blue Sensation V
lunes, 23 de junio de 2008
Blue Sensation IV
- Ven, acércate a la cocina, cuéntame ¿Cómo te fue?
Eh, Bien, pero estoy un poco cansado, la oficina me mata de a poco…
¿Y tú, cómo has estado, cómo estuvo tu día, el trabajo?
- Bastante agradable, aunque la inspiración no me ha acompañado mucho, de hecho, por estos días no me ha venido a visitar, no me he podido dejar llevar… (Si supieras lo que me pasó hoy entenderías mucho mejor) … pero sé que las cosas mejorarán, no me desespera no escribir tanto como antes (Realmente me desespera, soy un mentiroso, te oculto que Francisco me vino a ver, porque sé que lo detestas y te pondrás un poco cargante, me bombardearás a preguntas y cosas por el estilo)
Pone cara de pícaro, insinuándome algo.
-No, no te preocupes, creo que puedo hacerlo solo…
Sin pensarlo nuevamente lo tomé fuertemente de los costados del abdomen, más relleno que el mío, pero no menos exquisito, y lo subí al mesón blanco, le quité la camisa a la fuerza mientras exploraba sus diminutos matorrales en su casi llano sendero.
¡Benjamín, te deseo, no aguanto más, finiquitemos esto ahora!
Cual Sr1. Y Sr2. Smith, optamos por amarnos en medio de un fogón que ardía de tal manera, que las chispas salían en todas direcciones. La fricción y la pasión desbordante nos invadieron hasta que ya no pudimos aguantarnos, y en un extensivo instante, que traté de hacer durar para irme con el premio mayor, ambos, casi al unísono, descargamos con tanta furia, que por un momento dudé si era animal u hombre.
miércoles, 18 de junio de 2008
Blue Sensation III
Iba caminando libremente, pensando en lo acontecido minutos antes, sus sentimientos se convertían en pequeños pensamientos ambivalentes, durante un instante se asomó la furia por no haberle cantado ciertas verdades, el hecho de haber quedado sin poder agregar nada le dejaba una áspera sensación en la lengua, pero ligeramente el derrumbamiento de sus ilusiones con el correspondiente pesimismo, en sólo cinco minutos sobrepasó el gusto de rabiar gratuitamente y cual parásito, se instaló sin temor a ser arrancado de raíz, porque para ser sinceros, nadie podía hacerlo.
Si bien estas muy poco cálidas articulaciones del corazón lo embriagaban en un desierto de desesperanzas, deseaba, por lo menos por el momento, desaparecer luego del lugar, dejarlo ser libre, asumir que el pasado debía quedar sepultado, sacárselo de la cabeza, incluso viajar lejos y desconectarse totalmente.
Las vueltas de la vida se lo permitieron, lo dejaron postrado en una camilla durante dos arduos días en que, a pesar de estar inconsciente y conectado a una máquina, le dejaban mágicamente retroceder el rollo de su larga película.
Veía con ternura las oportunidades en que había disfrutado estando en pareja, sintió, como si fuera la primera vez, aquella ocasión en que Benjamín lo había besado con suavidad, con preocupación, pudo sentir nuevamente el dolor de perder a alguien preciado, de sufrir a escondidas por él, luego creyó divisar a alguien entre el tumulto de gente en una calle - Sí, es él, Benjamín, por acá, estoy acá, ven - sintió el fuerte dolor en el pecho - ¿Qué es esto? - Se decía, creyendo que estaba despierto, pero aún así repetía “Benjamín, ven, te estoy esperando”. La gente desapareció en un segundo, quedó solo en esa calle, solamente un auto se podía ver desde la lejanía - ¿Dónde quedaste, a dónde te fuiste? … La luz me molesta, los focos están potentes, no me ve…”
- Crash!
El dolor aumentaba, un pitito le invadió el oído, pasos rápidos se acercaban, gritos, ¿Qué pasará acá, si no hay nadie, de dónde vienen los gritos? “Serás una parte de mí en donde quiera que esté”…
sábado, 14 de junio de 2008
Blue Sensation II
Un 23 de Abril

Llora y se seca las lágrimas creyendo que todo está perdido.
“Tal vez sea necesario, pero significaría que me he rendido, que he decidido dejar las cosas como están, y así no conseguiré nada, necesito continuar”.
Tomó sus cosas y salió.
Departamento 303, knock knock. Se abre la puerta - ¡Sorpresa!
Estás ahí, un poco más ojeroso que antes, pero con la misma mirada cautivadora que me desarmaba cada vez que me la regalabas.
La sonrisa se te borra por completo, tuerces la boca y pones cara de “¿Qué mierda haces acá, tú, después de tanto tiempo?”
Me detengo un momento a contemplar cuán equivocado estuve.
Tu cara no me sorprende, sigues siendo el mismo payaso de antes, tus expresiones faciales no se van ni con un baño de mar, sabes que me daban risa y que me enamorabas con cada una de ellas, además, con el tiempo ya descifraba con claridad sus significados, ya se me hacían tan propias que no necesitaba más que poner atención a tu gesticulación para saber qué te pasaba.
¿Qué tiempos aquellos, no?
- Siento lo del mensaje, no debí recordártelo.
Se cierra la puerta. La ráfaga de viento me despeina.
Me detengo frente a la madera blanca, me envuelve, me ata.
Creo que hice lo que pude. Me dispongo a retirarme, me voy sin más.
- Sí, amor, te espero en un rato, prepararé algo para comer, adiós, te quiero.
Knock knock, (¿Quién será?) camino hacia la entrada, abro la puerta.
Escucho un estruendoso salto y un “¡Sorpresa!” (¿Qué se celebrará?)
Otra vez frente a frente, al parecer estás más delgado que la última vez que te vi (¿Será la depresión?… Espero que no), me miras con cara de estar recordando aquellas tardes en el parque en que te quedaba mirando y te deshacías en mis brazos, tan sólo un momento de miraditas y el mundo quedaba atrás.
Me hablas acerca del mensaje que nunca me debiste mandar – Por lo menos en algo te encuentro la razón.
(Jamás debiste mandarme ese mensaje, fue un momento muy desagradable de recordar, sobretodo ahora).
Azoto la puerta creyendo que así borraré tu rostro de mi memoria.
(Ándate, no quiero verte más, me causas angustia, ya te superé, entiéndelo, ahora no te dejaré volver para hacerme sentir culpable, ya te dije ¡ADIÓS!, sólo falta que tú te tragues el pasado)
¿Qué hago contigo si no puedo superarte, qué hice mal?
¿Qué tiene él que no tenga yo? Por favor que alguien me lo explique.
Siempre dijiste que yo era el único para ti, que era el amor de tu vida, por qué cambiaste de parecer, me hiciste creer que estarías esperándome para toda la vida.
¿Por qué me engañaste, por qué?
No puedo seguir así, no aguanto esto, me desespera.
Camina por el pasillo, baja las escaleras, cruza la calle ...
domingo, 8 de junio de 2008
Blue Sensation I
Llovía desde hace un rato ya y el cielo amenazaba con seguir vomitando agua, pero yo me mantenía impertérrito frente a la ventana, contemplando cómo se empañaba bajo un aguacero de gotitas redondas y frágiles que chocaban contra ella desde afuera. Qué lindo era mirar las gotas escurrirse por el vidrio, tomarse las manos y darse calor o simplemente disfrutar un café mientras la luz del día se ve torturada por las nubes.
Sólo me quedaba el consuelo de mirar la lluvia a través de esa barrera. Los días en que salía a compartir bajo las gotas y la humedad ya se los había llevado un aluvión de segundos, el tiempo había precipitado con tal poderío que todo recuerdo era una pequeña piedrecilla en el fondo de un estanque que sólo me ayudaba a mantener la frescura de esos días.
¿Ya, y, qué tiene de especial este día, quién me está molestando? … "Já, qué risa 'nuestra historia' me dicen, pero no sé quién”, pensaba extrañado, mientras buscaba la fecha en el celular.
- ¡Oh, 23 de Abril! ¿Cómo no lo recordé antes? Ahora sí entiendo…
Acostado en su cama, dándose fuerzas para continuar con su arduo trabajo, sintiendo la

Se llenó de deseos de levantarse y correr, pasear, revivir viejos tiempos, tocar su cara, ver cómo habían pasado los meses, recibir noticias de él, pero no, se decía a sí mismo con tanta intensidad “está bien, las cosas ya pasaron, no puedo volver a entrometerme en su vida, seguramente ya me olvidó” que empezó a creerlo como cierto.
El hambre también comenzaba a causar estragos pasadas unas cuantas horas de filosofar, no sabía qué quería conseguir con tanto parafraseo, lo mejor era actuar si es que quería efectos inmediatos, así que por primera vez tomaba el celular con determinación y escribía un mensaje breve, pero profundo.